LA GENERALIDAD JUEGA AL MUS

 

EL ÓRDAGO INDEPENDENTISTA

Prensa: 

 Puigdemont ha fijado para el próximo 1 de octubre la celebración de la consulta de autodeterminación.

 La pregunta: ’¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente con forma de república?’

                          

Y va el portavoz del Psoe y dice que no aceptarán el desafío (órdago). Pues si esto fuera una partida de mus -en el fondo lo es-, ya ganan ellos una chinita del "porquenó". Puigdemont me ha recordado mi niñez y el dicho “Mojar la oreja”, frase que supone retar a alguien a pelear. Pues este señor le ha mojado la oreja, de forma descarada, al Gobierno. Y por si fuera poco, ayer fue más explícito:

(Prensa) El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha defendido hoy la fortaleza de la ciudadanía para sacar adelante el proceso soberanista y ha advertido de que, mientras a los políticos los pueden inhabilitar, "a todo un pueblo movilizado no le podrán hacer ni cosquillas".

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Señor Carles, sea bueno y reflexione sobre lo que dijo Ortega y Gasset: “La democracia como norma política parece cosa buena. Pero dentro de la democracia del pensamiento y del gesto, la democracia del corazón y la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad.

Claro que hay que enfrentarse al desafío, y con recursos menos extremos de los que usó la Segunda República en situación semejante:

  BOE DE 7 de octubre de 1934: "En Cataluña, el Presidente de la Generalidad, con olvido de todos los deberes que le impone su cargo, su honor y su responsabilidad, se ha permitido proclamar el Estat Catalá. Ante esta situación, el Gobierno de la República ha tomado el acuerdo de proclamar el estado de guerra en todo el país". (La Constitución actual no dice “estado de guerra”, sino “de sitio")

En mi opinión, basta con que el gobierno asuma durante un tiempo las funciones policiales, administrativas y hacendísticas que están ahora en manos de unos insensatos. La plaza de funcionario es la plaza y la pela es la pela. Y eso, aunque el presidente de la Generalidad se ponga chulo con la afirmación que hizo ayer.

Me suena haber leído que los padres de nuestra Constitución, en algunos aspectos, se fijaron en la Constitución de Alemania. Pero, a la vista de lo visto, no fueron muy espabilados y no tomaron como modelo el artículo 21 de la germana:

Artículo 21 “Son inconstitucionales los partidos que, según sus fines o según el comportamiento de sus adherentes, tiendan a trastornar o a poner en peligro la existencia de la República Federal de Alemania.

Y no habría estado de más que los progenitores constitucionales hubieran copiado algunos párrafos de la Constitución Española de 1931. Ejemplos:

- Salvo lo que se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de ninguna lengua regional.

- Las regiones autónomas podrán organizar la enseñanza en sus lenguas respectivas, de acuerdo con las facultades que se concedan en sus Estatutos. Es obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se usará también como instrumento de enseñanza en todos los centros de instrucción primaria y secundaria de las regiones autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la República.

¿Cuánto nos hubiéramos evitado si la Educación y la Sanidad hubieran seguido en manos del Estado? Y lo triste es que los responsables políticos de tal barbaridad, que tienen nombre y apellidos, no se despiertan a medianoche dándose golpes de pecho. Políticos con remordimientos, especie rara.

Pertenezco al pequeño porcentaje de españoles que antes de votar la Constitución se la leyó enterita varias veces y despacio. Voté no, sobre todo por lo referido a las autonomías y nacionalidades, pues me era fácil de imaginar lo que iba a pasar. En menos medida, pero también, voté en contra al no establecerse la cadena perpetua para asesinos terroristas. No conozco país donde salga más barato asesinar.    

El 15 de diciembre del pasado año 1916 escribí en mi blog “¡Bomberos, Cataluña arde!” A estas alturas, solo pido a los dioses que no tenga que escribir el próximo mes de octubre: “ España, partía y doblá”.

 

Hasta otro día.

Juanma