LA ESCUELA, UNA BOMBA DE RELOJERÍA
Y siguen saliendo a los medios de comunicación casos de violencia escolar. El más reciente contra el director de un colegio de Granada por parte de un padre de un alumno conflictivo. Ya puede invertir la administración millones de euros, que la violencia en la escuela seguirá aumentando. Las campañas institucionales como los Proyectos "Escuela de Paz", no tienen más eficacia que gastar dinero en papel. Es como curar una infección enseñándole al enfermo un gran cartel con el nombre de un antibiótico.
Tengo 34 años de experiencia docente, y he vivido la degradación casi exponencial de la escuela pública. Tengo, por tanto, cierta capacidad para señalar algunas causas que a mi entender están propiciando que la escuela se esté convirtiendo, no ya en "aparcamiento de niños", como decía Unamuno, sino en vertederos morales de las familias y la sociedad. Dicho esto con todas las excepciones que se quieran.
La educación es un deber indelegable, repito, indelegable, de los padres, así como su educación moral. Los centros de enseñanza (no acepto lo de educativos) tenemos como misión complementar, y digo complementar, la parte de educación que supone la formación intelectual y el aspecto de socialización. En mi título académico, por cierto, no aparece la palabra educación por ningún sitio. ¿Y qué pasa con los niños/as que llegan a la escuela sin las más mínimas pautas normales de comportamiento social y personal? La gran mayoría de los padres (según mi estadística, un setenta por ciento) deja en manos de los docentes la labor de "educarlos". Y esta es para mí la gran causa de la degradación de la escuela. La escuela sólo ha sido eficaz cuando el docente ha empleado el 80% de su tiempo en formar a los alumnos y el resto en corregir algunas conductas no deseables. Hoy, unos pocos alumnos y de forma impune,les están impidiendo a la mayoría recibir la enseñanza a la que tienen derecho, constitucional además. Buscando en la literatura española hay dichos que no han pasado de moda. Dos botones de muestra: "Al maestro, puñalada"; la otra es la traslación de lo referido a otro centro público: "En la puerta de la escuela hay escrito con carbón: aquí el bueno se hace malo y el malo de hace peor".
Resumo, en fin,algunas causas de lo que sucede en la escuela de hoy:
- Nuestros legisladores han retirado toda autoridad, real y efectiva, a los docentes.
- Nuestros legisladores no desean castigar de forma ejemplar a los padres que, sin justificación, acusan, insultan y agreden a los docentes.
-Nuestros legisladores han decidido no molestar a los padres que no cumplen su indelegable deber educador.
Y puesto ya incluso a dar consejos, propongo a quien corresponda:
1.- Que a los docentes nos proteja de los niños que llegan sin educación a la escuela.
2.- Que proteja a los niños de los padres que son capaces de tenerlos, pero no de educarlos.
3.- Que proteja a maestros y niños de la desidia, el teatro e ineficacia de la administración educativa.
4.- Y a todos, todos, que nos proteja de los que hacen las leyes que hacen posible lo que ocurre en la escuela. (Reconozco que pido un milagro)
Educar, como el gobernar, supone siempre limitar. Si ni en la familia ni durante la escuela se ponen límites, cuéntenme la generación que nos espera. ¿Qué soy demasiado pesimista? En el próximo futuro nos veremos.
Hasta otro día.
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